Poesía nocturna







Son las nueve de un sábado,
la multitud de siempre entra arrastrando los pies,
hay un hombre mayor sentado a mi lado,
haciéndole el amor a su gintonic.
El dice, hijo, ¿puedes tocarme un recuerdo?
No estoy realmente seguro de cómo suena,
pero es triste y es dulce, y me la sabía completa
cuando vestía ropas de hombre joven.
Cántanos una canción, eres el hombre del piano,
cántanos una canción esta noche.
Bien, todos estamos de humor para una melodía,
y tú nos haces sentir bien.
Ahora John el de la barra, es un amigo mío,
me consigue bebidas gratis,
y es rápido con un chiste, o para encender tu pitillo.
Pero hay un lugar donde (él) preferiría estar.
Me dice, Bill, creo que esto me está matando,
cuando la sonrisa desaparece de su cara,
entonces estoy seguro de poder ser una estrella de cine,
si pudiera salir de este lugar.
Cántanos una canción, eres el hombre del piano,
cántanos una canción esta noche.
Bien, todos estamos de humor para una melodía,
y tú nos haces sentir bien.
Ahora Paul es un novelista agente inmobiliario
que nunca tuvo tiempo para una esposa,
y está hablando con Davy, que aún está en la Marina,
y probablemente lo estará de por vida.
Y la camarera está haciendo política,
cuando el hombre de negocios se emborracha poco a poco.
Sí, comparten una trago al que llaman soledad,
pero es mejor que beber solo.
Cántanos una canción, eres el hombre del piano,
cántanos una canción esta noche.
Bien, todos estamos de humor para una melodía,
y tú nos haces sentir bien.
Es un buen gentío para un sábado,
y el gerente me da una sonrisa,
porque sabe que es a mi,
a quien han venido a ver,
para olvidarse de la vida por un rato.
Y el piano suena como un carnaval,
y el micrófono huele como una cerveza,
y se sientan en la barra 
y ponen pan (dinero) en mi frasco,
y dicen: tío, ¿qué estás haciendo aquí?
Cántanos una canción, eres el hombre del piano,
cántanos una canción esta noche.
Bien, todos estamos de humor para una melodía,
y tú nos haces sentir bien.
Billy Joel - El hombre del piano 


It's nine o'clock on a Saturday 
the regular crowd shuffles in 

There's an old man sitting next to me 
Makin' love to his tonic and gin

He say, son can you play me a memory 
I'm not really sure how it goes 

But it's sad and it's sweet and I knew it complete 
When I wore a younger man's clothes

Sing us a song, you're the piano man 
sing us a song tonight 

Well, we're all in the mood for a melody 
And you've got us feeling alright

Now John at the bar is a friend of mine 
He gets me my drinks for free 

And he's quick with a joke or to light up your smoke 
But there's someplace that he'd rather be

He says Bill, I believe this is killing me 
As the smile ran away from his face 

Well I'm sure that I could be a movie star 
If I could get out of this place

Sing us a song, you're the piano man 
sing us a song tonight 

Well, we're all in the mood for a melody 
And you've got us feeling alright

Now Paul is a real estate novelist 
Who never had time for a wife 

And he's talking with Davy who's still in the navy 
And probably will be for life

And the waitress is practicing politics 
As the businessmen slowly get stoned 

Yes, they're sharing a drink they call loneliness 
But it's better than drinking alone

Sing us a song, you're the piano man 
sing us a song tonight 

Well, we're all in the mood for a melody 
And you've got us feeling alright

It's a pretty good crowd for a Saturday
And the manager gives me a smile 

Because he knows that it's me 
they've been coming to see 
To forget about life for awhile

And the piano sounds like a carnival 
And the microphone smells like a beer 

And they sit at the bar 
and put bread in my jar 
And say "Man, what are you doing here?"

Sing us a song, you're the piano man 
Sing us a song tonight. 

Well, we're all in the mood for a melody 
And you've got us feeling alright

Billy Joel - Piano man

Cambalache


En la política no hay amigos, no hay más que cómplices. Rafael Barret







Que el mundo fue y será una porquería

ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...



¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...



¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...



¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...


Letra y musica de Enrique Santos Discepolo (1935)
Carlos Gardel

Sevilla sin sevillanos




Sorolla




¡Oh, maravilla,
Sevilla sin sevillanos,
la gran Sevilla!

Dadme una Sevilla vieja
donde se dormía el tiempo
con palacios con jardines,
bajo un azul de convento.

Salud, oh sonrisa clara
del sol en el limonero
de mi rincón de Sevilla,
¡oh alegre como un pandero,
luna redonda y beata
sobre el tapial de mi huerto!

Sevilla y su verde orilla,
sin toreros ni gitanos,
Sevilla sin sevillanos,
¡oh maravilla!

Antonio Machado

Dos españoles, tres opiniones










Si dices blanco yo digo negro,
si dices rojo yo digo azul
siempre diré lo contrario que tú

Dos no riñen si uno no quiere
pero yo lo haré hasta el fin,
diré que no si tu dices que si

Dos españoles, tres opiniones
No marques mi compás, amigo
si vas delante iré detrás,
antes que contigo

A mi me da igual blanco que tinto
con tal con tal de ser original
y siempre distinto

Dos españoles, tres opiniones

En este país hay mucha gente
cada cual cada cual opina diferente

cada cual con su ego para luego
luego al final todos borregos
Antón, Antón no pierdas tu son
cada cual cada cual con su kirie eleison

Vainica Doble


Salta la tapia






'Salta la tapia', una experiencia nueva y abierta en el psiquiátrico sevillano de Miraflores

El programa Salta la tapia pretende ser la síntesis de las nuevas experiencias y distintos métodos que se aplican en el hospital psiquiátrico de Miraflores, de Sevilla. Con irregular periodicidad, se ha conseguido que la sociedad se fije en el centro y considere de otra forma a ese tipo de enfermos. 

Era la consecuencia de una nueva visión de la asistencia psiquiátrica, surgida cuando ocupaba la dirección del centro el doctor González Chaves. Se trataba de eliminar paulatinamente la diferencia entre los de dentro y los de fuera, porque tras la puerta de Miraflores sólo hay una mínima parte de los enfermos mentales. El concepto de que la enfermedad mental es biológica fue dejando paso al convencimiento de que era biográfica. 

En esa etapa se duplicó el personal técnico, se iniciaron estudios epidemiológicos, se suprimió el tratamiento de electrochoque -que antes se aplicaba a uno de cada cinco enfermos-, se pusieron en marcha una biblioteca y un club social, se intentó evitar los ingresos y se abordó el estudio sectorizado, en el que un grupo se especializó en determinados sectores de la provincia.  

Una prueba de ello la constituye el éxito del Salta la tapia-84, en cuyos actos han participado más de 10.000 personas, que han perdido sus recelos a la hora de cruzar el umbral del psiquiátrico. Con exposiciones de los trabajos efectuados por el Taller de Terapia Ocupacional, verbenas populares, representaciones teatrales, capeas, festivales flamencos, el festival de música Electro-Rock y acontecimientos deportivos se ha cerrado otro intento de integrar en la sociedad a los enfermos mentales. 

Todo ello con la noche de coartada y ese brillo mutuo en la mirada que trata de esclarecer si el que está al lado es de fuera o de dentro. Los de dentro subieron al escenario. Primero, una espontánea, que cantó un lindo tema de su invención, anunció un milagro y amenazó con castigos divinos los excesos sexuales. Después, Mateo, un músico a quien los avatares de la vida condujeron a ese centro, pero que guarda el ritmo en algún lugar de su cerebro, y las cualidades, en su garganta.

¡¡¡ Viva Lole !!! 

Camaleón Bowie


Soy bueno en la parte rítmica, pero no conseguiría tocar la guitarra solo.  David Bowie
Que raro, qué extravagante y que despegado hay que ser para no perder la extrañeza. Qué viejo, que sabio y que singular para escribir tan joven The Rise and Fall of Ziggy Stardust. Y que Bowie y que elegante para vivir tan de veras. Y tan desparejado.  
Antonio Lucas





El músico



Los tres músicos - Picasso


Está cansado de que pasen por delante sin mirarlo siquiera, así que abre una maleta inmensa y guarda en ella la guitarra, la lona sobre la que se sentaba, el banquito, la farola, la acera, las papeleras, un buzón, un par de niños que jugaban cerca, un puestecito de helados, una tienda de reparaciones, un perro callejero y una peluquería de señoras. 
El otro hombre, que hace unos segundos se disponía a cruzar el semáforo con total tranquilidad, se encuentra de repente sumergido en una especie de niebla gris, con la mano a medio camino de una moneda en su bolsillo para la que, sospecha, ya es demasiado tarde.
María José Barrios 

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