Escuela de felicidad



Donald Zolan



La felicidad, al fin y al cabo, es una actividad original hoy en día. Queda demostrado al tener que ocultarnos para disfrutarla. 

La felicidad hoy es como el crimen de derecho común: niéguelo siempre. No vaya diciendo, así, sin mala intención, ingenuamente, "soy feliz". Porque se tropezará enseguida alrededor suyo, con su condena en bocas caninas. 

Con que es usted feliz, joven, ¿y que piensa de los huérfanos de Cachemira o de los leprosos de Nueva Zelanda que no son felices, eh? Y de repente nos volvemos tan tristes como mondadientes. 

Pero a mí me parece que hay que ser fuertes y felices para ayudar a la gente en su desgracia.




"La felicidad, razón de ser del hombre, está asediada"

Durante siglos el gusto por la felicidad permaneció idéntico. Y ahí, al fin y al cabo, en ese irrefrenable y feroz gusto por la felicidad, nos queda quizá por descubrir el verdadero secreto de la vida. 
¿Relacionar la felicidad con una vida acomodada, con la seguridad, con un presunto estatus social?
La felicidad no es más que ese estado de inocencia infantil, al calor del sol y de las promesas de orillas anheladas. 
Me he criado en el mar y la pobreza me resultó fastuosa. Luego perdí el mar y todos los lujos se me hicieron grises y la miseria intolerable.

            Albert Camus



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